Hoy en el autobús cuando bajamos de pistas José Miguel pedía por el micrófono que todos nos diéramos un fuerte aplauso por lo bien que lo habíamos hecho y por lo fuertes, valientes y corajudos que hemos sido.
Los dos, pero yo en particular estoy “alucinao”y a la vez encantao de la vida con el grupo. Llevan dos días en la nieve, con un tiempo que la verdad no está acompañando mucho, pero aún así con todos sus dolores, agujetas, cariños y contratiempos, no se les quita la sonrisa de la cara ni para dormir. Es maravilloso.
Increíble que gente tan pequeña que apenas algunos pasan del metro y medio, tengan esa energía y esa fortaleza para tirar para delante y para poner a mal tiempo buena cara y nunca mejor dicho.
A los dos profesores que este año somos también novatos (cursos de snow) nos está viniendo de maravilla la experiencia de volver a sentir la impotencia de las caídas, de no poder casi ni tenerte de pie. De ver como todo el mundo te pasa y alguno hasta se te ríe. De ver que aprender cuesta muchísimo. Después de tantos años casi se nos había olvidado ya, y es por todo eso por lo que todavía te das más cuenta del mérito que ellos y ellas tienen.
Cuando hoy nos hemos levantado por la mañana José Miguel y yo, estábamos molidos a golpes. Parecía que nos habían dado una paliza, llevábamos agujetas hasta en las orejas, estábamos reventados y sin fuerzas ni de bajar siquiera a desayunar. Entre quejido y quejido, ha habido un momento en el que nos hemos mirado, y solo con esa mirada ya sabíamos que los dos estábamos mentalmente haciéndonos la misma pregunta ¿pero cómo aguantan?
Esta será la última entrada de hoy.
AYYY! La vida es del que se levanta...Ánimo a todos, los doloridos, los cansados, los tristones....El esfuerzo es el precio de vuestra recompensa.
ResponderEliminarhola que tal los de la nieve jajajaja espero uqe no paseis frio escrito por
ResponderEliminarA.P.L una alumna de 5ºb o podria ser ni ño jajja