Uno de los días de la temporada de esquí. Nieve perfecta. Temperatura de cero a pocos grados positivos y negativos según sombra y sol, lo que mantiene la nieve en perfecto estado todo el día, y al esquiador le permite exigirse en los descensos, sin tener que estar sudando a la gota gorda sino fresquito durante toda la jornada. Por pedir, hasta el sol calentaba lo justo para tumbarte a tomarlo sin que éste te molestara en exceso.
Así que con estas condiciones ya os podéis imaginar. Le hemos dado zapatilla al esquí que no veáis.
Por la mañana cursillos y por la tarde más cursillo y luego trenecitos y piques.
Hoy la hemos gozado pero bien.
Hoy por la tarde quemaremos nuestras últimas naves en la bolera nuevamente y todos ya a hacer la maleta. La diversión y la alegría es palpable en el grupo, pero las ganas de veros cada vez es más intensa. Por suerte mañana podremos hacer las dos cosas que más hemos deseado esta semana, esquiar por un lado y estar con todos vosotros por otro.
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