Y se acabó. Un año más y una Semana Blanca más. Creo recordar que esta ha sido mi número ocho ininterrumpidamente y sin duda, puedo asegurar, que ha sido el mejor grupo de todos cuantos conmigo han
venido hasta aquí.
venido hasta aquí.
Bien es cierto que los entrenamientos de concienciación y familiarización con el material de esquí, hechos durante el mes de enero en la escuela, nos han dado un plus de autonomía en pistas que nos ha hecho superiores a otros grupos que han subido, pero han sido tantas facetas diferentes en las que este grupo ha sido un diez, que se me hace difícil pensar que volveremos a igualarlo.
En primer lugar quiero aclarar que cuando hablo de grupo, me refiero a todos, a los treinta y cinco alumnos, 23 del Campo de Borja y 12 del CRA de Las Viñas. Desde principio a fin fuimos uno, “Grupo
Borja”, y para todos ellos es este reconocimiento.
Borja”, y para todos ellos es este reconocimiento.
A la autonomía en pistas, habría que sumarle la autonomía en el hotel, la educación y buenas maneras demostradas en los restaurantes, la responsabilidad con las comidas, la entereza con la que han
soportado golpes y “testarrazos” (el botiquín casi ni tocarlo), la valentía que han demostrado en las clases de esquí, la madurez con la que han llevado “sus cariños” (inéditos en toda la semana, ni tan sólo uno), la alegría e ilusión que han demostrado en cada una de las actividades propuestas, y sobre todo la confianza y la gratitud con la que nos han tratado a nosotros, sus profesores y padres por unos días.
soportado golpes y “testarrazos” (el botiquín casi ni tocarlo), la valentía que han demostrado en las clases de esquí, la madurez con la que han llevado “sus cariños” (inéditos en toda la semana, ni tan sólo uno), la alegría e ilusión que han demostrado en cada una de las actividades propuestas, y sobre todo la confianza y la gratitud con la que nos han tratado a nosotros, sus profesores y padres por unos días.
Como digo siempre, felicitaros a todos y daros nuestra más sincera enhorabuena, por partida doble. En primer lugar por un trabajo en la educación de vuestros hijos muy bien hecho, y que nos permiten a nosotros “sacar pecho” cuando salimos con ellos por ahí. Esas felicitaciones que a nosotros nos dan por los chicos, queremos hacéroslas también llegar, porque vuestro es el trabajo. Nosotros esta semana sólo recogemos los frutos de vuestra gran labor desarrollada día a día.
Y en segundo lugar y cómo también digo siempre, por confiar en el deporte y en la actividad física, como vehículo formativo de vuestros hijos. No hay nada más ilusionante para nosotros como profesores de educación física, que encontrarnos con familias con nuestra misma filosofía. Filosofía que compartimos y que conforma nuestro modo de vida.
Por último no quiero olvidarme de mis dos nuevos compañeros de este año, Fran y Raúl. Sin ellos todo esto no hubiera sido posible. Ha sido un auténtico placer compartir la aventura de este año. Es difícil hoy en día, incluso dentro de nuestra profesión, encontrar gente tan abierta, tan dispuesta, con tantas ganas de trabajar y que resulte a la vez tan fácil coordinarte y compenetrarte con ella. Desde el primer al
último día trabajar junto a ellos ha sido coser y cantar.
Y no me puedo olvidar de sus predecesores, de los que tanto aprendí. ¿Cuánto de esta actividad tiene de Víctor y José Miguel? Difícil responder a esta pregunta. También ellos aún sin estar aquí han aportado su granito de arena, y por supuesto también se les ha echado a ambos de menos.
Así que nada, esto se acabó. Ha sido como siempre un auténtico placer el narraros un año más esta historia. Espero que os haya gustado, y me despido de vosotros, también esperando que el año que viene
podamos volver a encontrarnos.
¡¡¡HASTA LA PRÓXIMA!!!
¡¡¡HASTA LA PRÓXIMA!!!