domingo, 5 de marzo de 2017

DESPEDIDA 2017



Bueno, chicas y chicos, mamás, papás,compañeros y demás seguidores de esta Semana Blanca, se acabó. Como dice la canción del vídeo, “Lo que nace se apaga” y así tiene que ser. Han sido días inolvidables para todos, repletos de emociones: miedos, risas, alegrías, cariños, cansancio, ilusión, etc…. muchos sentimientos y todos ellos vividos de manera muy intensa, así es la Semana Blanca.

  Este, ha sido un año casi perfecto. En muchos aspectos, el grupo en general y cada uno de los chicos en particular ha rendido a una nota altísima. Ha sido sin lugar a dudas uno de los mejores grupos que ha participado en esta aventura.  Muy bien a la hora de organizarse, muy bien en cuanto al trabajo en equipo (era para verlos como se ayudaban unos a otros a subir las maletas, o para ponerse y quitarse las botas), y muy bien en el esquí, sin quejarse en ningún momento, sin rendirse nunca. Excelentes en cuanto a la puntualidad y rapidísimos a la hora de llevar a cabo el sin fin de tareas que cada día nos ocupan (dejar y coger esquís, pasar a las comidas, recoger bandejas, ducharse, arreglarse, etc). 

  Pero todos grupos siempre brillan por algo especial, y éste lo ha hecho por dos aspectos para nosotros importantísimos dentro de la Semana Blanca, la convivencia y la fortaleza. En cuanto a la convivencia ha sido el año que como nosotros decimos han estado más “mezclados” independientemente de las edades y de los pueblos. Ha sido una gozada verles comer, esquiar, jugar en el chiqui-park todos con todos, como si fueran un solo grupo desde prácticamente el primer día. Para nosotros ya sólo por esto, merece la pena la aventura. Pero también está la fortaleza, fundamental para aguantar una dura, durísima, semana, y en esto merecen todos una matrícula de honor. Y cuando hablo de fortaleza lo hago no sólo a nivel físico, sino también y mucho más importante a nivel mental.  El afán de superación que han mostrado, el coraje por volver a intentarlo una y otra vez, y la entereza con la que han encajado su lógica torpeza a la hora de iniciar el aprendizaje del esquí, es digno de elogio. En una sociedad donde los niños y niñas muestran una tolerancia mínima a la frustración, ya que están acostumbrados a que todo se les haga, aquí nuestros chicos, han dado lecciones de superación y de autonomía. 

   No queda por tanto pues, más que poner punto y final a esta magnífica aventura agradeciéndoos a todos vuestra participación: niños, papás y compañeros. Me confesaré diciendo, que a un servidor le habéis devuelto la ilusión en una actividad, que en los últimos años no había dejado buen sabor de boca, así que por ello, muchas gracias.
   Y por último no querría despedirme sin agradecer y recordar igualmente a mis compañeros de excursión. Nosotros también somos un equipo, y así es como funcionamos. A mí me toca ser el reportero, pero hay mucho trabajo por detrás en la sombra, que seguramente es mucho más importante que el de teneros informados. Gracias a Eva por su eterna paciencia, su disponibilidad las veinticuatro horas para ir apagando fuegos aquí y allá y por estar siempre al quite ante cualquier contratiempo. Gracias a Raquel, por ese trabajo en la sombra con los chicos, dándoles ese cariño, esa caricia, ese achuchón que les levanta el ánimo, y que a los hombres nos cuesta bastante más dar. Cuantos hubieran abandonado si no hubiera sido por esa visita suya a principios de semana, esa conversación cargada de ternura y ese abrazo de despedida. Y gracias también a Fran, por su complicidad y por su pedagogía con los chicos.  Una complicidad que no es fácil encontrar siempre en esta profesión, y que sin embargo en pocos años de aventura, se ha convertido en un pilar fundamental para poder llevarla a cabo, y por supuesto por su pedagogía y su buen hacer con los chicos, abriéndonos también a nosotros los ojos e instruyéndonos a la hora de resolver los pequeños conflictos que a veces surgen. Nunca es tarde para aprender y dejarse llevar por nuevos caminos.
Así que hasta la próxima a todos. Gracias por el apoyo y el seguimiento y nos vemos en la Semana Blanca 2018.


José Antonio